Más que un medio de transporte/ More than a transportation mode
(scroll down for English, after the picture)
Tren
En otra de las múltiples contradicciones de nuestra economía “de mercado”, miles de aviones volarán vacíos por los cielos de Europa simplemente para no perder sus derechos de uso de los aeropuertos. La compañía alemana Lufthansa ya ha admitido que entre enero y marzo del año pasado hicieron 18.000 vuelos innecesarios. Greenpeace calcula que este invierno podrían ser 100.000 los viajes fantasmas. El Parlamento Europeo declaró la emergencia climática en noviembre de 2019, comprometiéndose a “intensificar la reducción de las emisiones del transporte marítimo y la aviación”.
Un urbanista de Toronto dice que la mayor diferencia entre la gente pobre y la gente rica en las grandes ciudades (de Norteamérica) es cómo pasan su tiempo libre- qué acceso tienen unas y otras personas a instalaciones deportivas de calidad, espacios verdes seguros y bien mantenidos, bibliotecas bien equipadas y gratuitas. Para mí, un indicador clave de cómo una ciudad trata a su ciudadanía, especialmente a la que no pertenece a la élite económica, es su transporte público. Un viaje en metro, autobús o tren te dice mucho de las prioridades del gobierno en cuestión. Nunca olvidaré el trayecto en autobús desde el aeropuerto hasta la estación de tren en Eindhoven (Holanda). Recuerdo sentarme tras el conductor y no poder creer cómo los semáforos iban poniéndose verdes, adaptándose automáticamente a nuestra velocidad y dándonos prioridad en cada cruce, mientras los coches esperaban a nuestro paso a cada lado del carril bus. Tampoco olvidaré nunca mis trayectos en metro y tren en Canadá. En un país en el que las cosas ocurren con puntualidad (llegar más de cinco minutos tarde a una reunión o una cita con el dentista no es aceptable), el transporte público es una excepción sonrojante. Los retrasos en el metro de Toronto son tan frecuentes que la única excusa aceptable para llegar tarde a una reunión es “sorry, I took TTC” (perdón, he tomado el metro).
Creo que la magia del viaje en tren no es comparable con ninguna otra experiencia de transporte colectivo. Volar a miles de metros sobre la Tierra tiene su encanto pero el estrés de los controles de seguridad y la amplitud de una lata de sardinas no ayuda. Las ventanas gigantes, los asientos cómodos, la posibilidad de conectarte a internet, caminar al vagón de la cafetería, la ubicación de las estaciones, la ausencia de aerolíneas intentando cobrarte hasta por llevar bufanda…no hay comparación. Todavía sigo enamorado del tren de Alta Velocidad en España (AVE). Quizás es porque no vivo allí o porque me acostumbré al servicio de Canadá, pero cada vez que vuelvo y tomo el AVE, siento que no estamos tan mal. Llegas a la estación 10 minutos antes de la salida del tren, pasas el control de seguridad (un escáner para tu equipaje y un detector de metales para ti), enseñas el billete en tu teléfono, el tren llega 3 minutos antes de la hora de salida, te subes a tu vagón, disfrutas atravesando el paisaje a más de 300 kilómetros por hora mientras lees, trabajas o duermes (hay vagones de silencio), llegas a tu destino a la hora indicada. Fácil, cómodo y muy rápido.
Los viajes en tren, ya sea de alta velocidad o no, dan para mucho. El hecho de que la gente esté mucho más relajada, sin el estrés de los aviones o la interrupción permanente del bus urbano o el metro, hace que la experiencia comunal sea mucho más rica. Una vez tomé un tren en Egipto, desde Cairo hasta Asuán. El trayecto ocurre en paralelo al río Nilo, atravesando el país de norte a sur. Estaba esperando a mi tren y darme cuenta de que yo era la única persona que ni hablaba árabe ni entendía el alfabeto. Cuando finalmente acerté a subirme a mi tren y me acomodé en el asiento, un chico de unos 15 años empezó a darme conversación amistosamente. Enseguida se dio cuenta de que yo no entendía árabe, pero lejos de desistir sacó su teléfono y unos auriculares. Me dio un auricular, él se puso el otro, y a través del traductor de google tuvimos una conversación tan divertida como surreal. No menos aventurados eran los viajes de juventud de mi madre. Ella iba a estudiar a Calatayud (a media hora en tren de mi pueblo) y no todos los trenes de regreso paraban en Morata, algunos simplemente pasaban de largo. Mi madre me contó que más de una vez perdió el tren que sí paraba en Morata, pero ella y sus amigas tenían un plan B. Se montaban en el tren que no paraba sabiendo que al aproximarse al pueblo la vía traza una curva prolongada y el tren tenía que reducir la velocidad, momento que ellas aprovechaban para saltar del tren en marcha. Recuerdo la cara de mi abuelo (su padre) cuando ella me contó la historia.
Durante muchos años la conexión en tren de España con el resto de Europa estaba limitada por la diferencia del ancho de vía. Mientras que la mayoría de los países europeos optaron por un ancho de 1435 mm, llamado Internacional, España optó por un ancho propio, Ibérico, de 1668 mm. En la escuela de ingeniería nos decían que los motivos no estaban claros: que si la accidentada topografía de España requería maquinaria más potente y ancha, que si era una forma de prevenir una nueva invasión francesa… en cualquier caso, para conectar con Francia había que cambiar de tren en la frontera o esperar a que equipos técnicos trabajaran en adaptar el ancho de los ejes del tren para poder encajar en el ancho internacional. La red de tren convencional en España, la que no es AVE, todavía mantiene el ancho ibérico. Sin embargo, el AVE circula sobre ancho internacional, así que ahora es posible coger un tren en la estación de Sants en Barcelona a las 9.15 de la mañana y estar tomando un café a la orilla del Sena a las 4 de la tarde. Un sólo tren, una sola tarifa, sin trasbordo. Si se pudo lograr eso, seguro que se puede solucionar la crisis de los vuelos fantasmas.
Saludos,
Jose
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Vuestras respuestas (editadas) al boletín anterior, Bait/ Carnaza:
Doug (Toronto): Llevo dos semanas siendo vegano. Creo que es una buena forma de perder peso. Comer menos carne es algo recomendable para mucha gente. Tiene muchos beneficios.
Stephanie (Mount Maunganui): Apoyo cualquier esfuerzo para animar a la gente a reconocer el poder de las plantas para la salud de los humanos y del planeta. Y hay mucha evidencia que lo respalda:
IPCC: Dice que las dietas veganas son las que producen menos gases de efecto invernadero. (reporte completo).
Project Drawdown: En sus soluciones menciona las dietas ricas en plantas como una medida a tomar.
Our World in Data: Lo que comes es más importante en término de emisiones que si tu comida es local o no (aunque hay otros beneficios de comer local).
Vuestras respuestas (editadas) a Camino:
Rahel (Toronto): Siempre es interesante leer qué estás haciendo. Nosotras también estuvimos en Europa el mes pasado y pasamos unos días trazando las huellas de los romanos en Avenche, Suiza, donde constuyeron un lugar llamado Aventicum. Es apasionante reflexionar acerca de cuántas actividades diferentes han ocurrido en ese lugar y cómo han cambiado nuestras vidas.
Alfonso (Tilburg): Excelente elección para hacer una etapa del peregrinaje. Os recomiendo la siguiente también, hasta Santo Domingo (el pueblo de los tres milagros). Esto me trae recuerdos de cuando hacia caminatas de formato y salía de ‘aventura’ con amigos a las sierras. Sierras con nombres tan exóticos y a la vez auténticos como Cebollera, Cantabria, León Dormido o Urbión. Y pensar que ahora vivo en el país más plano del mundo… Ahora lo que más me gusta es estar en lugares muy lejos de casa y desaparecer, desaparecer en el paisaje pajareando, desaparecer en la masa en una ciudad y disfrutar del contacto muy a menudo caliente de hospitalarios paseantes o de otros viajeros, como por ejemplo aquel hombre en el desierto de Omán que nos invitaba a beber te, o perdidos en Turquía aparecimos en un pueblecito donde insistían en invitarnos a la boda que en ese momento se celebraba.
El subtítulo de tu disertación viene por cierto de una canción de Serrat, basada en el poema de Machado, que me ha inspirado siempre (no solo para pasear): caminante: no hay camino, se hace camino al andar.
Your (edited) responses to Rise/ Crecida:
Alfonso (Tilburg): En 1993 se alcanzaron caudales impresionantes en el Maas, de más de 3000 m3/s. Los expertos hablaban de si aguantarían los entonces viejos diques. La movilización fue completa. Hubo evacuaciones y sobre todo fueron muchos habitantes de la zona a reforzar los diques con sacos de arena. Muchos tramos de dique tienen siglos de vida y cuando se construyeron, no repararon en que usaban material de mala calidad (demasiado ligero, demasiado vulnerable). Con los sacos y muchas plegarias aguantaron.
Dos años más tarde volvió a venir mucha agua. En enero hubo unos días de continua lluvia. El 26 fue un día crucial. Por el Maas volvieron a superarse los 3000 m3/s y el Rijn (Rin) venia con caudales que solo una vez se han medido más altos: 12600 m3/s. Me acuerdo de que por entonces me habían invitado a una fiesta, a la que fui en bicicleta. Llovía a raudales. ¡Como llovía! Llegue empapado. El fin de semana nos acercamos a echar un vistazo en Culemborg, a orillas del Rijn. La masa de agua no había parado de crecer, alimentada con las precipitaciones en Suiza y Alemania. Impresionante. La otra orilla no se veía. Tan lejos estaba. Y lo más sorprendente era la calma con que todo eso ocurría.
Calma no tuvieron en Alcira en 1982. Me acuerdo cuando dieron la noticia de la ruptura de la presa de Tous, aguas arriba. Lo he buscado en internet: en dos días cayo 600 mm en un área de 700 km2 de la cuenca del Júcar y más de 100 mm en el resto de la cuenca. Una gota fría. El embalse se llenó en un santiamén. Tuvieron mala suerte de no poder laminar, por un fallo electromecánico. Esto último no creo que hubiera hecho mucho. El caso es que el embalse se desbordo y la presa de materiales sueltos se deshizo como un terrón de azúcar. Creo recordar que la lámina de agua por encima de la presa antes de desmoronarse llego a diez metros por encima de la presa. En Alcira se tragaron la riada con caudales de hasta 16000 m3/s. No quiero pensar que pesadilla debió de ser…
(Español más arriba)
Train
In yet another contradiction of our “market” economy, thousands of empty planes will fly across European skies just so companies do not lose their airport rights. Lufthansa, the German airline, admitted that between January and March of last year they had about 18,000 unnecessary flights. Greenpace estimates that this Winter it could be over 100,000 ghost flights. The European Parliament declared the climate emergency in November 20219, committing to “intensify the reduction of global emissions from shipping and aviation”.
A Toronto-based urbanist says that the gap between poor and rich people in big (north American) cities is most felt during their leisure time- what access each group has to good sport facilities, safe and well-kept green spaces, fully equipped and free libraries. To me, a key indicator of how a city treats its citizens, particularly the less wealthy, is public transit. You can learn a lot about the political priorities of a government by taking a trip in the subway, bus or train. I will never forget the bus commute between the airport and the train station in Eindhoven (the Netherlands). I sat just behind the driver and I could not believe seeing the traffic lights turning green, automatically adapting themselves to our pace and giving us priority at each intersection while the cars waited at both sides of the bus lane. I will never forget as well my train and subway trips in Canada. In a country where generally things happen in time (arriving more than 5 minutes late to a meeting or a dentist appointment is not accepted), public transit is an embarrassing exception. Subway delays are so frequent in Toronto that the only acceptable excuse to be late to a meeting is “sorry, I took TTC” (Toronto Transit Commission, or as a friend told me- Take The Car).
I believe that the magic of train trips is not comparable to any other collective transit experience. Flying up in the sky thousands of meters high surely has its charm but stressful security checks and tiny leg room do not help. Huge windows, comfortable seats, internet connection, the option of walking to the bar carriage, the centrally located stations, the lack of airlines trying to charge you for breathing… you cannot compare. I am still in love with the AVE (Alta Velocidad Española or Spanish High Speed) trains in Spain. It may be that I do not live there or that I got used to the Canadian service level, but every time I come back and take the AVE, I feel we are not that bad. Just need to arrive at the station 10 min before your departure time, go through security check (a scanner for your luggage and a metal detector for you), show the ticket in your phone, the train arrives 3 minutes before departure time, hop on, enjoy hovering over the landscape at 300 kph while you read, work or sleep (there are silence carriages), arrive at your stop on time. Easy, comfortable and very fast.
Train trips, high speed or not, can be quite interesting. The fact that people are more relaxed, without the stress of airplanes or the constant interruptions of the city bus or metro, makes the whole communal experience richer. I once took a train in Egypt, from Cairo to Aswan. The train tracks flow in parallel to the Nile, crossing the country north to south. I was waiting for my train when I suddenly realized that I was the only person who did not speak Arabic neither understood the alphabet. When I finally got to hop on the right train and took my seat, a 15-ish year old guy started a friendly conversation with me. He shortly realized that I did not understand Arabic, but did not stop him from trying. He took out from his pocket a pair of headphones and a cellphone. He gave me one end of the buds, he put on the other one, and through google translate we had quite a funny and surreal conversation. My mom’s train trips when she was younger were not less eventful. She studied in Calatayud (half an hour by train from my town) and not all the trains stopped in Morata in their way back, some of them skipped that stop. My mom told me that a few times she missed the train that did stop in Morata, but she and her friends had a plan B. They took the train that did not stop knowing that approaching the town there was a curve that made the train slow down. At that moment they jumped from train. I still remember my grandfather’s face (her dad) when she told me the story.
For many decades the connection by train between Spain and the rest of Europe was constrained by a different railroad track width. While most European countries chose a track width of 1435 mm, called International width, Spain decided to have its own width, call Iberian, of 1668 mm. In the civil engineering school they told us the reasons for this decision are not clear: maybe because the uneven topography required more powerful and wider machinery, or maybe to avoid another French invasion… anyhow, to connect with France you had to change trains at the border or wait while a group of technicians shortened the width of the axis under the carriages to fit within the international tracks. The conventional train network in Spain, everything but AVE, still maintains the Iberian width. However, the AVE roll over international width, which makes possible to take a train in Barcelona Sants at 9.15 am and enjoy a coffee by the Senna at 4 pm. A single train, one ticket, no transfers. If we were able to make that happen, I am sure we can fix the ghost flights.
Take care,
Jose
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Your (edited) responses to the previous newsletter, Bait/ Carnaza:
Doug (Toronto): I’ve been a vegan for two weeks now. I find it’s a great way to lose weight. Eating less meat should be something most people should look into. Great benefits to be had.
Stephanie (Mount Maunganui): I support any efforts that encourage people to recognise the power of plants for human and planetary health. And there is plenty of evidence that backs this up:
IPCC: Supports that vegan diets produce the fewest GHGs. The IPCC have described plant-predominant diets as a major opportunity for mitigating and adapting to climate change and includes a policy recommendation to reduce meat consumption (full report).
Project Drawdown: Their mission is to help the world reach “drawdown”—the point in the future when levels of greenhouse gasses in the atmosphere stop climbing and start to steadily decline, thereby stopping catastrophic climate change — as quickly, safely, and equitably as possible.In the solutions they have researched, “Plant-Rich Diets” is listed as the #3 solution in scenario #1 and #4 solution in scenario #2. Have a look, it's very interesting and well researched!
Our World in Data: What you eat (i.e. plants) is far more important in terms of GHG emissions than whether your food is locally produced (although there are other good things about eating local) – their graph is very well done and they have other great information on their site too.
Your (edited) responses to Camino:
Rahel (Toronto): It is always so nice to read about what you are up to! We were also in Europe for the past month and spent some time tracing the footsteps of the Romans in Avenche Switzerland where they built a place called Aventicum. It's so neat to reflect on how much different activities have taken place and how different our lives have become.
Alfonso (Tilburg): Good choice for a lego f the Camino. I also recommend the next one, to Santo Domingo. It reminds me of when I used to go to the sierras with my friends. Cebollera, Cantabria, León Dormido o Urbión, all exotic names. And it turns out that I now live in the flattest country in the world. I love going far from home and disappear in the landscape, birding, or in a big city, or just enjoy meeting unexpected passersby like one man in the Oman desert that offered us tea or that family in Turkey that insisted on inviting us to a wedding when we showed up in their town after being lost. By the way, the subheading Make the walk by walking, by Machado, and used by Serrat in a song, has always inspired me. Not only for walking.
Your (edited) responses to Rise/ Crecida:
Alfonso (Tilburg): The Maas river reached super high flows in 1993, more than 3000 m3/s. The experts wondered if the old dikes would hold. They evacuated people, reinforced the dikes with sandbags and prayed. They finally held. Two years later, in January, there was another big flooding. The Maas river exceeded the 3000 m3/s and the Rijn 12600 m3/s. I was invited to a party and I rode my bike. I was soaked! In 1982 in Alcira they had 600 mm of rain over two days in 700 sq km, and 100 mm more in the rest of the watershed. The Tous dam did not resist and broke. I think the height of the water overtopping the dam reached 10 m. Alcira received flows of 16000 m3/s. What a nightmare.
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